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Los últimos años, a raíz de la aparición de la Covid-19 y la consecuente pandemia, han sido complicados en todos los sectores, no siendo el impacto mucho menor en el ámbito inmobiliario.
La actividad inmobiliaria durante los primeros meses de la pandemia se vio muy ralentizada, pero desde entonces ha ido experimentando una recuperación paulatina. Los costes de financiación de la vivienda han ido decreciendo progresivamente hasta alcanzar mínimos históricos. A pesar de ello, están comenzando a aparecer indicios de un posible encarecimiento del precio de la vivienda.
La situación previa a la pandemia era de agotamiento, ya que las compraventas sufrieron un descenso notorio. Además, a lo largo de los primeros meses de pandemia, el mercado de la vivienda cayó debido a la situación en la que se encontraba el país.
En los últimos meses (hasta febrero de 2022) se aprecia un aumento de la actividad y un cambio en la demanda de hogares. Las pretensiones generales de las personas que buscan vivienda se han visto muy influidas por el confinamiento: viviendas más grandes y con espacios abiertos, tales como, patios, jardines, terrazas o balcones son las más buscadas.
Otro aspecto relevante es la tendencia a comprar viviendas en núcleos de población más pequeños debido, por un lado, a esa búsqueda de espacio, y, por otro, al encarecimiento de los inmuebles en las grandes ciudades.
Desde el comienzo de la crisis sanitaria, el porcentaje de compra de viviendas unifamiliares y de mayor tamaño ha crecido. Estas pretensiones por parte de los consumidores pueden haber sido una de las causas de la recuperación en la construcción de vivienda nueva.
Con respecto a los precios, se ha observado una desaceleración generalizada en España, tanto en los precios de venta, como en los de alquiler. Sin embargo, en los últimos meses se están comenzado a ver indicios de un incremento de estos.
El crédito inmobiliario se ha visto beneficiado por las medidas tomadas como respuesta a la pandemia. Esto se ha traducido en un descenso de los tipos de interés y de los costes de financiación de las entidades financieras.
Si eres, bien de los que has comprado una vivienda recientemente, o bien de los que está pensando en solicitar una hipoteca, sabrás de lo que estamos hablando. Aunque también es importante recalcar que las condiciones para que los bancos te den un préstamo no se han relajado demasiado, por lo que este aspecto también hay que tenerlo en cuenta.
Una vez hecho un breve resumen sobre el lugar en el que se encuentra el mercado inmobiliario tras haber pasado los momentos más difíciles de la pandemia, analizamos si durante los últimos meses se está observando un incremento de los precios.
Tal y como publicó el Banco de España en los últimos meses del pasado año, si la demanda se mantiene tal y como lo estaba a finales de 2021, quizá no haya oferta suficiente para satisfacerla.
En este artículo hemos visto que la tendencia establecida desde el inicio de la pandemia se traduce en una reducción de los precios. Sin embargo, en los últimos meses del 2021 esa tendencia se ha revertido, incrementándose los precios de la vivienda debido, en parte, al encarecimiento de la mano de obra y de los materiales de construcción. Concretamente, en 2021 el precio de la vivienda (tanto usada como nueva) se incrementó en más de un 4% de media en España.
En 2022 las previsiones sobre los precios de la vivienda siguen yendo en aumento, aunque los expertos no especifican un porcentaje claro, pudiendo ir desde un 2% hasta un 6-7%. En este punto tiene mucho que ver la inflación generalizada que estamos viviendo, el incremento del precio de los materiales de construcción y su posible escasez, así como una subida de los impuestos en el sector inmobiliario.
Otra de las causas que pueden provocar el incremento de los precios es la incapacidad que la oferta tiene de satisfacer una demanda de viviendas, la cual, actualmente, sigue creciendo tanto en las ventas de vivienda nueva, como en las de segunda mano.
En definitiva, no todo se cumplirá, pero sí es cierto que la tendencia de los precios de la vivienda continúa al alza y parece que se mantendrá a lo largo del 2022.
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